Cada día veo en mi consulta personas que lo están pasando realmente mal por no conocer exactamente lo que les pasa. Personas infelices, con ansiedad, depresión, angustias, miedos, algunas cansadas de visitar especialistas, o de buscar a alguien que simplemente les entienda y les ayude a encontrar una solución a ese malestar interior que sienten. La mayoría, viven mucho tiempo resignadas o dependientes de medicaciones que lo único que hacen es tapar el malestar. Yo lo he vivido en primera persona y sé la locura que es, que nadie entienda lo que te está pasando, porque ni siquiera tú lo acabas de entender, lo único que sabes es que quieres estar bien y no sabes cómo hacerlo.
Vivimos en una sociedad dormida, funcionando con una programación inconsciente que nos acaba llevando al sufrimiento y la enfermedad. Con un cúmulo de emociones internas que nadie nos ha enseñado a gestionar, ni siquiera a ponerles nombre. Vivimos enfocados al exterior pero ¿qué pasa con nuestro interior?, ¿qué pasa con todos esos pensamientos y sentimientos que tenemos?. Nuestra mente consciente es incapaz de entender lo que nos está pasando. Porque lo que vivimos va más allá de la mente que conocemos, (que solo representa el 5%); lo que vivimos, hasta que no despertamos y somos conscientes de como funcionamos realmente, está dirigido por nuestra mente inconsciente, que es la que nos domina (la que tiene el poder, el 95%).
Síntomas que me indican que estoy dominad@ por mi programación inconsciente:
– La manera como me siento no tiene nada que ver con lo que estoy viviendo.
– Mis reacciones antes circunstancias son descompensadas o exageradas.
– No entiendo porqué reacciono con rabia o ira ante determinadas personas o situaciones.
– Veo mi problema pero no hago nada al respecto y no entiendo porqué.
– Creo que estoy haciendo lo que realmente quería en la vida pero sigo sintiendo un vacio interior.
– Siempre se me repiten las mismas situaciones, las mismas parejas, los mismos problemas en el trabajo…
– Siento tristeza, depresión o ansiedad y no sé de donde me viene.
– Siento que mi cabeza va por un lado y mi cuerpo por otro.
Si te has identificado con uno de estos síntomas, es que, efectivamente, estás bajo el mando de un programa inconsciente que tienes que trascender.
Nuestra mente es como un ordenador, necesita unos programas para funcionar. Si en mi ordenador tengo instalado un programa con el que solo puedo escribir textos y pretendo hacer cálculos, ya puedo insistir y enfadarme si quiero, que hasta que no instale otro programa que haga cálculos, no podré hacerlos, podré hacer muchas cosas pero cálculos no. Si me paso toda mi vida queriendo que mi ordenador haga cálculos, puede que me sienta frustrada, angustiada, decepcionada…. O me muera con ese deseo. Pero un día abro mi mente y descubro que existe otro programa que si puede hacer esta función y entiendo porque no podía hacer cálculos antes, aunque me había esforzado mucho en intentarlo toda mi vida, y entonces todo empieza a cambiar. ¡¡¡Había una posibilidad que yo no había contemplado!!!, Como nadie me lo había explicado, para mí no existía. Ahora que la he descubierto ya no voy a intentar nunca más hacer cálculos con el programa de textos, y además voy a decirle a todas las personas que no lo saben, que abran su mente y se den cuenta que existe un programa con muchísimas posibilidades, y que cómo mínimo se den la oportunidad y lo prueben.
Esto es un ejemplo para entender cómo la sociedad hoy en día, vive inconsciente de que existe otra manera de funcionar, con muchas posibilidades hacia una vida mejor. Las personas que hemos encontrado esa otra opción queremos que todo el mundo lo sepa y se abra a una posibilidad mejor.
Al igual que un ordenador necesita muchos programas para poder funcionar, nosotros también necesitamos programas para vivir. Nuestra mente necesita memorizar acciones, pensamientos y crear hábitos para ahorrar energía y ser capaz de hacer muchas funciones a la vez. Cuando éramos pequeños tuvimos que aprender a hablar, a caminar, a correr… al principio empezamos dando pequeños pasos, inseguros, tropezado mucho, pero lo hicimos tantas veces que creamos el hábito y lo guardamos en nuestra mente inconsciente. Ahora ya no tenemos que pensar en cómo caminar, lo hacemos sin más. Al igual que respirar, comer, sentir, pensar, todo es un programa de nuestra mente para sobrevivir en este mundo.
Desde pequeños estamos programados por nuestros padres, abuelos, maestros, amigos, la sociedad… La ciencia ha demostrado que a nivel subatómico somos energía, somos información. Y llevamos con nosotros mucha información que no conocemos que nos marca nuestra vida de hoy, nuestra manera de pensar, de sentir, de ver y entender la vida. Simples comentarios de nuestros padres nos pueden hacer mucho daño, y luego acabamos repitiendo con nuestros hijos, “deja tú no sabes”, “tú no puedes”, “tú no vales para eso”. Ya está bien de vivir dormidos. Tenemos que despertar y tomar las riendas de nuestras vidas, siendo consciente de estos programas y decidiendo de una vez cómo queremos vivir.
El trabajo que hacemos en nuestras sesiones, es hacer ver a la persona cuál es la programación inconsciente que le hace vivir lo que está viviendo y sentirse de la manera que se está sintiendo. Con esta información la persona obtiene otra visión de su historia, y puede entender muchas cosas de sus pensamientos y comportamientos actuales, y tomar las decisiones necesarias para poner orden en su vida. Este hecho provoca una paz interior increíble, ya que permite a la persona poder decidir, ahora sí, sobre su vida.
Creemos que dominamos nuestras vidas, pero nada de eso, estamos dominados por una información que tenemos que trascender. En resumen, tenemos que sacar a la luz esa parte que no conocemos de nosotros mismos, para liberarla, y sentirnos libres de decidir cómo queremos vivir. Y la manera de hacerlo es emprendiendo un viaje hacia nuestro interior. Porque la persona más importante en tu vida eres TÚ.
Silvia Pascua